domingo, 29 de mayo de 2011

Esto te va a gustar

Últimamente no dejan de repetírmelo.

Reconozco que me gusta cuidarme, y que soy compradora habitual de productos cosméticos. Pero no deja de sorprenderme que, cada vez que me intereso por alguna crema, la dependienta me diga: “Ya verás, esto te va gustar mucho”. ¿Y cómo sabes tú si me va a gustar o no? ¿Acaso te ha bastado un simple vistazo para saber quién soy y qué productos me gustan? ¿Qué sabes tú si me gustan las cremas más o menos densas, que huelan más o menos fuerte, y un largo etcétera?

Quizás las dependientas no sólo estén entrenadas para vender, sino que también han recibido la correspondiente formación para elaborar un diagnóstico adecuado de la piel. Pero dudo que ese diagnóstico se pueda realizar con una simple mirada, y menos si la piel en cuestión está en ese momento oculta bajo una capa de finísimo maquillaje… En fin; si ya me sorprende normalmente la frase: “Bueno, con la piel que tienes, creo que esta crema te va a ir bien”, ¡cómo no me va a sorprender “esto te va a gustar”! Por tanto, he llegado a la conclusión de que para ellas, esto es como decir: “Venga, cómprame esta cremita que ya verás qué buena es, con lo que vale”. Confían en que como es un producto de una empresa de gama alta, a todo el mundo le tiene que gustar.

Pero atención, ¡esta frase no sólo la repiten las dependientas de perfumería! También me la han dicho dos esteticistas diferentes y una dermatóloga (y no era mi dermatóloga de toda la vida: nos acabábamos de conocer). Y tengo que decir que en la mayoría de los casos, les hice caso, y pensé “bueno, a lo mejor sí que me gusta”. Pero no. No siempre me gusta. E incluso en ocasiones, me disgusta, pese a todas las “buenas cualidades” que ese producto seguramente tiene. Pero mi piel es un tanto especial, y no admite ese “te va a gustar” general que le enchufan a todas las clientas o pacientes. Eso es lo que he aprendido con el tiempo.

Sin embargo, sigo intrigada con la frase. Me gustaría saber qué pasa por la cabeza de quién la dice. ¿Se la está creyendo de verdad, o la repite como parte de una rutina laboral? Algún día, lo tengo que preguntar.

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