sábado, 12 de marzo de 2011

Cuando sales de una tienda y descubres que tu paraguas no está

Éste es uno de los grandes temores que siempre he tenido. No es que crea que mis paraguas son súper chulos, es más, hay veces que son míseras adquisiciones de emergencia del chino. Sin embargo, si llueve y entro en una tienda, siempre miro con recelo el cubo destinado a los paraguas que tienen en la entrada.

A no ser que afuera caiga el diluvio universal, no dejo nunca el paraguas donde no lo pueda controlar: prefiero ir dejando gotitas por toda la tienda y arriesgarme a sufrir las miradas vengativas de las dependientas de turno. Y si me dicen algo, una de dos: o me voy, o que me aseguren que mi paraguas no va a desaparecer.

La realidad es: ¿quién controla ese cubo? ¿Qué impide a cualquier cliente salir a la calle y coger el paraguas que más le guste? ¿O cualquier paraguas que cubra la cabeza?

En fin, ladrones de paraguas, os estaré vigilando.

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